Ya sea que sea un amante del yoga que busca desarrollar fuerza para avanzar en su práctica de asanas, o un aficionado al gimnasio dedicado que busca aumentar la flexibilidad, hay enormes beneficios que pueden surgir al hacer tiempo para el yoga y el entrenamiento de fuerza. En lugar de que uno sea superior al otro, ambos ofrecen beneficios únicos y complementarios, contribuyendo a una rutina de apoyo que beneficia tanto al cuerpo como a la mente.