Muchas mujeres han descubierto que el yoga puede aliviar los síntomas indeseables de la menopausia y la perimenopausia, incluidos los sofocos, el insomnio, los ciclos menstruales irregulares y los cambios hormonales.
Las hormonas son muy poderosas y afectan a casi todos los tejidos y sistemas del cuerpo. A medida que el cuerpo trata de adaptarse a estos cambios hormonales, el cerebro también se ve afectado, lo que genera patrones erráticos en el sueño, el estado de ánimo, la memoria y el sangrado menstrual. Estos cambios fisiológicos naturales pueden causar estragos en las mujeres años antes de que entren en la menopausia y durante muchos años después. La terapia de reemplazo hormonal ha sido la opción habitual desde los años 60, pero se ha relacionado con muchos problemas de salud, por lo que las mujeres buscan alternativas.
El yoga restaurativo puede aliviar los síntomas al calmar el sistema nervioso y mejorar el funcionamiento de los sistemas hormonales. Los sofocos pueden empeorar con el estrés, la fatiga y la irritabilidad, por lo que apoyar el cuerpo en una posición reclinada puede calmar el cerebro y relajar los nervios.
Cuando el cuerpo está bajo estrés continuo, el sistema nervioso simpático y las glándulas suprarrenales fabrican hormonas que combaten el estrés junto con hormonas masculinas que se convierten en estrógeno. Estas hormonas pueden atascarse a toda marcha y causar agotamiento y letargo. Una flexión hacia adelante con las piernas abiertas puede calmar la mente al eliminar las distracciones externas y señalar al sistema nervioso que todo está bien para que pueda relajarse.
Las posturas como las inversiones , o cualquier cosa que lo ponga boca abajo como una cascada o una postura sobre los hombros, pueden ayudar con el insomnio porque estas posturas reducen la energía del cuerpo y queman la ansiedad adicional. Cuando al yoga le sigue la postura restauradora de savasana, el cuerpo puede entrar en un profundo estado de descanso.
La fatiga es el síntoma más denunciado, después de los sofocos, y es causada por la caída de la progesterona. Las flexiones hacia atrás con apoyo, como supta baddha konasana y el puente, pueden aliviar el cansancio crónico al abrir el corazón y fomentar el movimiento de la energía atascada en la médula espinal. Estas posturas profundamente restauradoras pueden infundir sentimientos de seguridad, nutrición y renovación del espíritu al mejorar la respiración y la circulación.
En general, cualquier práctica de yoga puede ayudar a aliviar los síntomas de la incomodidad menopáusica o perimenopáusica y mejorar el estado de ánimo, ¡simplemente creando flujo en el cuerpo y enviando señales al cerebro de que todo está bien en este momento!
Por Julie Bertagna ; Todos los derechos reservados @2020