Todos hemos estado allí: mirando al techo en una habitación oscura, dando vueltas en nuestra cama, e intentando y fallando en apagar nuestro cerebro antes de irnos a dormir. Ya sea que se trate de insomnio crónico o simplemente de una noche inquieta, la técnica conocida como relajación muscular progresiva (PMR, por sus siglas en inglés) puede ayudar cuando nada más funciona.