El yoga no se trata solo de hacer ejercicio y estirar los músculos, sino también de tu espíritu. Es un momento en el que puedes reducir la velocidad, concentrarte y usar una respiración larga y profunda para relajar tu yo interior y tu ser físico al mismo tiempo. Esto crea una gran cantidad de equilibrio y energía que fluye a través de ti en todos los niveles y durará todo el día y más allá.
¿Con qué frecuencia te relajas y te concentras en tu respiración? Si te quedas quieto por unos momentos y respiras profundamente, notarás que instantáneamente (y casi mágicamente) te sientes mejor. Esto se debe a que el aire tiene la oportunidad de moverse realmente a través de su cuerpo en lugar de entrar y salir en bocanadas rápidas. Lo mismo es cierto cuando estás haciendo yoga.
Los beneficios de esta práctica son muchos, y estos son solo algunos: